La tartamudez
Hoy queremos poner nuestras palabras en la conciencia de todos, con la finalidad de que la tartamudez no sea una dificultad para poder hablar.
Sepamos escuchar a las personas que tartamudean, para ellas el hecho de hablar es crucial. Concienciémonos para que tengan la oportunidad de hablar sin miedo.
Puede que hoy sea un día en el tienes que hacer una entrevista, hablar en público, exponer un trabajo, o simplemente tienes que decir lo que piensas. Te atormenta la idea de que cuando empieces a hablar no sepas cómo expresarte, decir muletillas o incluso bloquearte con una palabra. La vida de una persona tartamuda es así continuamente, por ello debemos de respetar y saber escuchar a estas personas, que lo que más necesitan es nuestro apoyo y que sepamos comprenderles.
La tartamudez no se cura, pero si pueden mejorar sus síntomas.
La detección precoz de la tartamudez o disfemia infantil, es fundamental para que no se establezca una tartamudez en edades posteriores. Si tu niño repite palabras, se bloquea, o no termina las frases, ¡Por favor!, no le des ningún tipo de ayuda como: habla más despacio, repítelo otra vez, respira y no le termines sus frases. Todos estos consejos que pueden dar los padres, con todo el amor del mundo, no le van a ayudar al niño, sino todo lo contrario. Los niños en edades comprendidas entre los 2 años y medio a los 5 años aproximadamente, tienen una tartamudez fisiológica, que si el ambiente familiar, escolar o en el que se mueve el niño, no interfieren suelen desaparecer sin ningún tipo de intervención.
Consulta con un logopeda, si tu niño tiene dificultad en la fluidez o ritmo del habla, él te asesorará adecuadamente como manejar esta situación.
Los logopedas utilizan diversas técnicas dirigidas a ayudar a las personas que sufren tartamudez, para que su habla sea más fluida y minimizar los síntomas.
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